CALENDARIO AZTECA

lunes, 29 de marzo de 2010

Triste despedida

Pues se acabó.
Acabo de terminar de recoger todas mis cosas de la habitación.
Desde Navidad me llevo llevando cosas a Valladolid, pero hasta que hoy no he empezado a quitar las fotos de las paresdes, mis posters y demás chorradas que tenía decorando mi habitación parecía que no me iba del todo.
La habitación está vacía, con el horror vacui que yo tengo. Seguro que ni duermo esta noche.
Voy a echar de menos las callejuelas cordobesas, esas que aunque ya hayas pasado te parecen desconocidas, el barrio de Santa Marina y la juderia sobretodo. No voy a echar de menos a los cientos de turistas que todos los días van por ellas, pero ese es otro tema.
Echaré mucho de menos a la gente que he conocido aquí. Con el miedo que le tenía yo a los andaluces, echaré de menos a los corteganos, las onubeneses, los malagueños, las sevillanas y sobre todo a los cordobeses que he conocido en estos meses.
Pero sobre todo voy a echar de menos mi casita y a mis niñas. Aunque sé que dentro de poco estarán muy cerquita allá en Castilla, pero ya nunca será igual. Vivir con ellas ha sido un sueño. Parecíamos predestinadas a vivir juntas. Echaré de menos cocinar con ellas, ver la tele, salir a tomar el aperitivo a la terraza, meterme en sus camas, y sobre todo reirme...esos ataques de risa que nos daban.
Ay.
Y vuelvo a casita, con ganas y con tristeza a la vez. Echo mucho de menos aquello, a su gente y a sus calles. Pero me toca enfrentarme a una nueva época en mi vida, que nunca he vivido. Y acojona. Siempre estudiando.
Y ahora a buscar curro no sé muy bien de qué, a preparme unas oposiciones de tampoco sé el qué. Y a vivir con mis padres de nuevo.
Pero bueno, cuando vine aquí sabía que era temporal y que tenía que volver y enfrentarme a ese duro mundo laboral.
Sólo me queda echar mucho de menos todo este tiempo.
Adiós Córdoba.

martes, 16 de marzo de 2010

MILANA BONITA


Sin saber ni siquiera que estuviera tan grave el jueves pasado, un día antes de que muriera me compré uno de sus libros.

Paseando por Granada encontramos un mercadillo benéfico que tenía una pequeña sección de libros, y entre ellos Los Santos Inocentes.

Hace un par de meses también por casualidad adquirí otro libro si no suyo sobre él y sus palabras. Recogia guiones para televisión, discursos y más palabras suyas en diferentes formatos saliendo de sus conocidas novelas. Hablaba sobre Valladolid, sobre Castilla y sobre los castellanos.

Valladolid se volcó con él en sus últimos momentos y me apenó mucho no estar allí y enterarme a tantos kilómetros, casi por casualidad...

Adios don Miguel.

Que mejor homenaje que sus palabras sobre su tierra, mi tierra. Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que dentro de poco es 23 de Abril:

"A un paso de Tordesillas se encuentra Villalar de los Comuneros, en cuyos campos se perdió la más grande oportunidad de nuestra historia. Mentira parece que un nombre que significa tanto haya llegado a tan poco. He aquí en lo que han quedado, en ruinas, las luchas de Castilla por sus libertades".

Sit tibi terra levis.