CALENDARIO AZTECA

sábado, 27 de noviembre de 2010

Hablar con los ojos


No recuerdo exactamente en qué fase de la evolución empezamos a mostrar la parte blanca de los ojos. Creo que fue el Homo Ergaster, pero somos los mamíferos que más parte blanca de los ojos mostramos, sólo tenemos que mirar a los animales de nuestro alrededor para darnos cuenta. En los gatos o los perros no podemos encontrarlo, sólo en algunos simios pero nada en comparación con nosotros.


Pero ¿por qué? El ocultarlo se debe a la defensa, esa capacidad de "hablar" con los ojos delata y en el mundo animal eso puede significar la muerte.


La evolución hizo que nosotros olvidaramos esa defensa en favor de una comunicación visual, un lenguaje facial que nos hace animales más sociales.


Podemos mostrar sentimientos con los ojos, dolor, tristeza, alegría....podemos mirar hacia diferentes lugares sin mover la cabeza.


Esa frase hecha que dice que podemos hablar con los ojos revela una verdad evolutiva.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Querida Elena Francis:

¿Qué son cincuenta años? Nada, en la historia del hombre, menos en la historia de la tierra.
Pero estos últimos cincuenta años parecen muchos más si comparamos muchas cosas, entre ellas la sociedad española.
Ayer vi por la tele un documental sobre el famoso programa de Elena Francis. Todos hemos visto películas donde siempre las mujeres oían a esa mujer de fondo en la radio. Hace tiempo se encontraron en una masia miles de cartas de ese programa, y la lectura de las mismas son...increibles. Teniendo en cuenta el poco que ha pasado. Jóvenes de 17, 18 o 19 años haciendo unas preguntas que ahora te pueden contestar los niños de 10.¿Inocencia? ¿represión?
Imagino que un poco de todo.
Podeis ver el documental en la página de rtve. Creo que muy interesante.

viernes, 5 de noviembre de 2010

El mejor mundo posible

Esta claro que no vivimos en el mejor mundo posible. Pero mi generación vive una de las épocas más cómodas para el gran común de la población.
Quizá por eso existen los ni-nis, canis o como se les quiera llamar, gente sin sueños y sin aspiraciones. Sinceramente no los entiendo, pero puedo buscarles una explicación en que nunca les ha faltado de nada ni a ellos ni a sus padres, y no tienes más memoria.
Mis padres vivieron en el campo, con todo lo que acarrea eso, comer bien si la cosecha era buena. Siempre mirando este cielo castellano, que es tan grande porque tantos lo miraban. Que desde niños tuvieron que trabajar y que cuando llegue yo al mundo lo siguieron haciendo para que a mí no me faltara de nada.
Nunca tanta gente ha tenido tanto, al menos en mucha parte de la tierra. Nuestros abuelos vivieron guerras, hambrunas y enfermedades.
Nuestros bisabuelos vivían sin electricidad, ni agua corriente, sin supermercados y sin tantas cosas que para nosotros parecen hipernecesarias. Tenían que trabajar duro para seguir adelante.
Y remontandonos más en el tiempo, la cosa se pone peor. Sólo unos pocos disfrutaban de los adelantos tecnológicos, sólo unos pocos vivían tranquilos.
La edad moderna y sus enfermedades, y sus épocas de carestía, la religión tan fanática en la edad media, las guerras en ese momento y en el anterior.....hubo una vez que teníamos que salir a cazar para poder comer. Y que nuestra esperanza de vida, no pasaba de los veinte años.
Todo eso se olvida, cuando enciendes la ducha y sale agua, y encima caliente. Cuando tienes la comida perfectamente distribuida por categorias en las tiendas, cuando tienes luz que hace que la noche sea también para los humanos. Tenemos mucha suerte de vivir en el momento en el que vivimos. Tiene sus pegas por supuesto. Nuevas enfermedades (SIDA, cáncer, miopia...), nuevas guerras, contaminación, cambio climático (pero éste seguramente joderá más a las generaciones posteriores que a la nuestra), menos puestas de sol y más edificios (aunque ésto para muchos no sea algo malo).
Pero vivimos muchos años en unas condiciones muy buenas. Por eso hay tiempo para otras preocupaciones que si tuvieramos hambre no existirían, muchas más depresiones por falta de amor o por no poder hacer lo que quisieramos. Quejándonos de cosas que en realidad no son tan importantes, como nosotros pensamos. Sólo que las de verdad ya no nos importan porque las damos por hechas.
Espero que no ocurra un cataclismo y en la tierra sólo queden cuatro personas, porque ya no sabemos ni cultivar la tierra ni hacer la matanza del cerdo. En este caso sólo sobrevivirían las partes del mundo donde todavía viven así. O nuestros abuelos, o mis padres en este caso. Nos hemos vuelto inútiles en ese sentido y la comida ya manufacturada tiene un tiempo de caducidad.