- Cuando empieza a hacer frío dormir en tirantes bajo muchas mantas, me encanta el contraste del peso del calor con el frío de los brazos.
- Jugar con la nemotecnia para recordar olores asociados a momentos.
- Rebañar con una cuchara el fondo de la taza de chocolate espeso.
- Comer un kit kat primero el chocolate y por último la galleta.
- Morder el chocolate que se queda pegado en el palo de los magnum.
- Encontrar papeles olvidados.
- Dejar que las olas me entierren los pies.
- Mirar la luna llena.
- Escuchar l’accordeoniste de Edith Piaf dándome un baño caliente.
- Despertarme con los rayos del sol que entran por las persianas.
- Saltar en un concierto.
- Mirar el fuego de una chimenea.
- Quedarme dormida mientras me hacen cosquillas en la espalda.
- Leer un buen libro con una copa de buen vino.
- Hablar.
Tantos pequeños placeres que no cuestan nada. La mayoría están al alcance de la mano. Me quejo de vicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario