CALENDARIO AZTECA

sábado, 5 de abril de 2008

EGIPTO, CRÓNICA DE UN SUEÑO VIII

Lunes 17 de marzo:


Al día siguiente no sabia lo que hacer si quedarme en la cama o ir al Khalili donde están habían decidido ir en vez de al barrio copto como estaba en el nuestro planning les faltaban cosas que comprar, aún me encontraba un poco ploff pero como me iba a perder ni un minuto aunque me arriesgara a pasarlo igual de mal que la noche anterior, pero mi cuerpo se portó mejor.

Nos damos el privilegio de levantarnos un poco más tarde, ya que el Khalili no estaría hasta las nueve y media o así medianamente abierto.

El buffet del desayuno había acabado asi que muertos de hambre comimos el pan sobrante del día anterior y algo de embutido que alguno llevaba en la maleta, todo en el recibidor del hotel y enseguida al taxi que ya nos esperaba.

El policía del hotel a parte de apuntar la licencia y hablar con el taxista para saber donde íbamos nos ayudó a atravesa la avenida y el taxista también, era una tarea nada fácil.

Y compramos todo lo que nos quedaba, aunque ahora lo pienso, y tenía que haber hecho más compras pero lo del peso me lo impidió. Pañuelos, una chilaba cortita, incienso en grano. Y un último paseo por el mercado tan increíble del Cairo.

Nos perdimos entre nosotros, pero nos reencontramos en la plaza donde quedábamos con el taxista.

Regresamos al hotel como a las dos y media del mediodía o asi, algunos fueron a comprar comida y comimos en recepción unas guarrerias, patatas, chocolate y tal con lo que había sobrado del bote. Al ratito nos fuimos al aeropuerto, con nuestras maletas, y de nuevo la tensión por si no la volvía a ver, y decíamos adiós al Cairo.




En el aeropuerto lo de siempre, comprar más tabaco, tomarnos una cerveza y esperar, además el vuelo se retrasó media hora y estuvimos en la puerta de embarque apelotonamos un buen rato.


Subimos al avión y un frío del copón, no quedan mantas, un show para salir de ventanilla encontrar mi mochila y buscar algo de abrigo, que bien íbamos el primer día en esos asientos. La cena un asco, una especie de macarrones, pollo, aceitunas una pena y tampoco me gustó el bollito así que ala sin cenar. Intente dormir pero el frio me lo impedía, aunque supongo que alguna cabezadita di, por supuesto después de salir del precioso cairo iluminado.


Llegamos a Barajas no sé muy tarde a la una y pico, encontramos las maletas esta vez también pronto, ya que tardamos mucho en bajar del avión por nuestras shishas que parecían bebes agarrados a nosotras. Y yo con todo el alabastro que compre en Memphis a la espalda por si se rompia o pesaba mucho. Ya habia comprado el pedazo obelisco en la aldea Nubia, más la arena de Karnak, Abu Simbel y Sakkara, toda la ropa y demás obejetos adquiridos en el viaje.


Fumamos y esperamos al bus bajo un frio intenso que ya el avión nos había ido preparando, estábamos de vuelta en España y volvíamos a las bajas temperaturas, al bus y casi tres horas de camino con la peli de los Simpson y otra de la que apenas me enteré, con un cansancio de la leche nos bajamos con la maleta en una mano, la mochila pesadísima colgada, la riñonera puesta a tope, y en la otra mano la shisha a mi vera. Por fin llegue a casa y el sueño terminó.


Pero volveré seguro.......

2 comentarios:

Anónimo dijo...

simpre quedan sitios por visitar, ganas de volver... viajar, aaaah viajar!!!

ósc

Joanna dijo...

jejej, ya te digo, próximo objetivo: Laponia, el círculo polar ártico....eso sí cuando ahorre muuuuucho