CALENDARIO AZTECA

miércoles, 20 de junio de 2007

MI PUEBLO



Aunque este enamorada de Tiermes, yo tengo mi propio pueblo castellano, quizás no es tan bonito, no tiene esos preciosos buitres pero en él pase seguramente los mejores momentos de verano de mi infancia y los primeros de mi adolescencia.


Cargabamos el coche de mil trastros y nos ibamos para allá todos los julios, siempre era igual, cuando cruzabamos Salamanca mi madre miraba con orgullo sus catedrales y siempre sacaba las llaves de la casa un par de kilómetros antes de llegar (bueno eso lo sigue haciendo ahora).


Entonces salía del coche y a disfrutar de las vacaciones, los días eran enormes, nos daba tiempo a ir en bici hasta Otero o al Encinar, volver de paso recogiendo algunas cabezas de girasol que luego nos comiamos sentadas en cualquier sitio.


Jugabamos todo el tiempo, yo incluso cenaba desde la ventana de mi casa para no perder ni un minuto.


Y otra vez a buscar a mi tocaya y ha jugar a ladrones y policias o una guerra de globos de agua.


Que felicidad más simple.


Pero nos vamos haciendo mayores, realmente no recuerdo el primer verano que no jugué al escondite por todo el pueblo.


Recuerdo que cada vez cogiamos menos las bicis y hablabamos más de chicos jeje.


Lo que si recuerdo fueron las primeras fiestas pero de verdad, mi primer beso, las peleas con los del pueblo de al lado, mi primera peña en un garage.


Entonces ya ves el pueblo en una dimensión bastante diferente, mejor sin duda, hasta que empiezas a tener demasiados lazos en la ciudad como para pasar allí todas las vacaciones, y cuando te das cuenta de que es un error, al volver ya no hay nadie, todos lo que han podido se han ido.

Y ahora voy, poco, pero voy y he vuelto a coger mi bici, sola, pero he vuelto a mis peñas, a la cama de la virgen, la ura del moro, a ver la plaza cuadrada o las pozas, aunque con pena estos dos últimos lugares gracias a una reforma para el disfrute del personal, a conseguido eliminar todo lo antiguo a golpe de cemento.


Os dejo un par de fotos para que veaís, que bonita son mis peñas, y bueno ya puestos os culturiceis un poco ahí es donde ocurrió la batalla de Arapiles, en la guerra de la independencia contra los franceses aunque el nombre se lo apropiara el pueblo de al lado.

5 comentarios:

Milady dijo...

No sabía que tu pueblo era el de la batalla de Arapiles. No sé si es que estoy lacrimógena o que pero me ha emocionado tu post. Qué bonitos son los pueblos y volver a ellos. Allí están nuestras raíces, lo que somos, lo único que verdaderamente poseemos. Un besito.

Alberto Gómez dijo...

Y empecé a darme cuenta, entonces, de que ser de pueblo era un don de Dios y que ser de ciudad era un poco como ser inclusero y que los tesos y el nido de la cigüeña y los chopos y el riachuelo y el soto eran siempre los mismos, mientras las pilas de ladrillo y los bloques de cemento y las montañas de piedra de la ciudad cambiaban cada día y con los años no restaba allí un solo testigo del nacimiento de uno, porque mientras el pueblo permanecía, la ciudad se desintegraba por aquello del progreso y las perspectivas de futuro.

M. Dellibes

Tu post es uno de esos que me hubiera gustado escribir a mí

Joanna dijo...

Si Moni cuando quieras te enseño el lugar de la batalla, si es que a mi la historia me perseguía ya de pequeñita.

Y Alberto a mi me gustaría escribir la mayoría de lo que tu escribes, asi que no nos quejemos jaja.Muchos besos.

Anónimo dijo...

NO sé si será más o menos bonito, a mí tiermes nunca me lo ha parecido por cuestiones estéticas, sino por su pureza, por su aire seco y frío que lo mantiene intacto como una momia en su pirámide del tiempo creando mitologías personales a través del recuerdo, y a juzgar por las fotos y por tus vivencias también tu pueblo tiene un corazón que late con esa misma armonía.

Joanna dijo...

Si, la verdad es que nunca apreciamos mucho lo que tenemos.
Tiermes y mi pueblo son sitios maravillosos diferentes y eso los hace mejores.