Munoaundi ha sido pues diferente, el estar rodeado de tan poca gente es lo que mas me alarmó cuando llegue, pero luego conoci buena gente, como Elisa que era la dueña de Kukuherri el albergue donde nos alojabamos (todos a visitarlo) y que pedazo de tarta de chocolate me hizo para mi cumpleaños....
El paisaje era ciertamente maravilloso, ya sabes yo me quedaría allí a vivir sin pensarmelo dos veces.
Ademas he aprendido más euskera alli este mes que toda mi vida veraneando en Bizkaia, ahora soy capaz de pedir en los bares jajaj.
Lourdes, Susi, el judio, Mohama, Abdul....buenos chicos, y nos juntamos allí tres termestinos con lo que tuvimos que jugar algun duro.
Nos retirabamos pronto a dormir, era un poco aburridillo y lo que es el trabajo en la excavación pues mejor no mencionar que estuvimos varios días retirando pinos....los primeros días bien, estabamos buscando la necrópolis de la ciudad haciendo agujeros en el bosque de los ewoks y en Txalintxo eso bien, pero cuando fuimos a la muralla de Munoaundi, madre mia, pinos, excavar en cuesta....euskadi tropical algunos días, y la falta de costumbre de excavar por la tarde.
Ha sido un verano sin duda diferente al habitual, no es bueno comparar, simplemente es diferente.
Y bueno lo de este plenilunio merece una entrada para el solito, porque madre mía.....la hemos armado pocha los últimos termestinos jajjaaj, mañana más.
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