La soledad. No se siente
el mundo: sus hojas sella.
Ya la luz abre su huella
en la tersura indolente.
Acogida está la frente
el regazo del hastío.
¿Qué prisa, que desvarío
a la belleza hizo ajena?
Porque sólo el tiempo llena
el blanco papel vacío.
En medio del verano descubrí un desolador invierno
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No es casual que todo confluya en Torre Pacheco, emplazamiento marcado por
las nuevas plantocracias del necrocapitalismo
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Hace 5 horas
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