CALENDARIO AZTECA

sábado, 26 de enero de 2008

MI PORCHE PARTICULAR

Echo de menos esos ratitos, cortos la mayoría en mi "porche" mi formación rocosa en Tiermes. En cuanto llegue, y vi que podía elegir "casa" no pensé ni un momento, tenía que ser el barracón que había enfrente de esa roca.
Después de las comidas, antes de ir a La Venta a tomar un cafecito de esos que te hacen resistir las mil horas que duran allí los días. Me tumbaba allí, hablando con alguien, con cualquiera de los tantos que había por allí, o sola fumando y mirando las nubes. Escuchando.
Escuchando esa magnífica melodía del lugar, ese sonido del viento que choca duramente contra los árboles a veces combinado con los buitres, ese viento que suena a vida. Ese sonido, que te acompaña siempre y que hace que nunca estés solo. O que te deja embobada al ver como una bolsa sube hasta el cielo y baila con él, o como a tu lado se forma un mini remolino en forma de espiral, igual que los que adornan los ajuares de Carratiermes.
También me servía mi maravillosa roca, para antes de dormir tumbarme un ratito a mirar la luna y las estrellas, por ahora no he encontrado otro lugar mejor para mirarlas.
Ya nunca más sentiré aquello, volveré a Tiermes por supuesto, no he dejado de hacerlo aunque ya no nos dejaran trabajar allí, pero esos momentos especiales cuando aquello es tu mundo, no existe nada más, la televisión allí son los cotilleos de la gente, tu trabajo es allí descubrir Tiermes, el teléfono allí son los gritos entre las catas, los confines de ese mundo acaban en la Venta.
Y si que lo echaré de menos.

3 comentarios:

Curryta dijo...

Ooooh ese barracon!!tu si que sabes.Aunque yo sólo estuve unos días también dormí en ese. Lo que pasa es que yo esa "formación rocosa" no la recuerdo con mucho cariño por que el primer día me rebane el pie con ella ..jeje..soy torpe.un beso

Milady dijo...

Ese porche...Recuerdo cierta noche, caladas hsta los huesos y muertas de la risa a eso de las 6 de la mañana despertando a todo el mundo. Y como se asomaban a las tiendas y se acusaban los unos a los otros de los gritos y eramos nosotras. Vaya noche la de aquel día. Besitos.

Joanna dijo...

Una de las mejores de mi vida Moni de verdad.
Creo que no me he reido tanto en mi vida, ¿a qué no tienes huevos a subir ahora al yacimiento? tengo cuatro docenas en la cocina......
Moni, que le gusta Titanic....
En fin, no hay sitio en ese blog para describirla. Gracias por esa noche, muakas.