Estoy haciendo un trabajo sobre la muerte y el ritual funerario en Valladolid en el siglo XVIII, y a veces entiendo como estamos siempre, jodidos, cabreados, de mal humor y depresivos. Vivimos sobre miles de cadáveres y sobre miles de muertos.
Mi facultad esta en la calle Prado de la Magdalena, como dicho nombre indica era un prado en su día, bueno no hace mucho... y bien yo ya sabia que durante la guerra civil y la represión se dieron allí unos cuantos "paseillos" pero ahora conocer los nombres y los apellidos de los que allí murieron hace 300 años, es muy fuerte...
Cantarranas, donde yo habito los fines de semana, fue paso obligado por los cortejos fúnebres de los importantes de la ciudad.
La cruz de la Antigua, donde cientos de personas quedamos los fines de semana, antes también quedaban ahi, pero para dar un último adiós, ya que es la auténtica cruz del cementerio de la vecina iglesia de la Antigua. Famosa era su tierra, ya que decían que descomponía cadáveres en 24 horas.
¿Cuantos autos de fe ha visto la plaza de San Pablo?
Ventura Pérez, podía haber pasado desapercibido para la historia. Vivió en esta ciudad en ese siglo, y no era noble ni clérigo. Pero dejó registrado todo en su diario. Más bien sería el Diario de la ciudad de Valladolid, ya que en él registraba lo que sucedía en ella. Gracias a él y a otras fuentes, la conclusión de mi trabajo, es clara. En en el siglo XVIII en Valladolid, lo que había era: religión, toros y muerte.
Y también incendios, la verdad. Pero yo me he fijado en las muertes, desde los autos de fe o autillos hasta asesinatos o accidentes, también muertes naturales de los notables, como obispos o reyes. Os voy a poner aquí un año cualquiera de ese siglo, 1726 por ejemplo y os pongo los titulares de las "noticias" que Ventura escribió: Muerte de un estudiante, Incendio, Realza de la moneda de oro, Traslación de huesos, Recogimiento de la moneda de playa y alza, Desesperada una mujer, Victor, Toros y hazaña, Muerte, Rosario general, Jubileo, Moneda, Desesperada, Soldados, Quintas, Ahorcado, Traslación, D.Pedro de los Ríos, Noticia del dean.
Como ejemplo os voy a poner el artículo completo de uno de esos titulares, es de la Desesperada:
Año de 1726, día 12 del mes de Noviembre, se ahorcó una mujer en el barrio de San Juan, porque se quería casar con un mozo y él no la quiso, y anteriormente estuvo sirviendo y se ofreció sangrarla y se dejó ir la sangría, y acudió el ama a tiempo que la pudo atajar y la despidio, y luego ejecutó este lance; el mismo demonio sola la pudo ahoracar del modo que fué, que se ahorco con una lia vieja atada a un emplenton ordinario; se habia tapado las narices, oidos y boca con estopa, y porque el cuarto era bajo y no se podía ahorcar, se arrodilló e hizo fuerza. Vino el verdugo a descolgarlar y la dejo arrebujada entre una manta, habiendo estad colgada todo el día: hubo grandes dificultades sobre darla tierra sagrada, que el señor obispo no quería, y al fin convinieron en que la iglesia es piadosa y la enterraron en la iglesia de San Juan; la dijeron los oficios en voz baja a semejanza de entredicho.
Mi facultad esta en la calle Prado de la Magdalena, como dicho nombre indica era un prado en su día, bueno no hace mucho... y bien yo ya sabia que durante la guerra civil y la represión se dieron allí unos cuantos "paseillos" pero ahora conocer los nombres y los apellidos de los que allí murieron hace 300 años, es muy fuerte...
Cantarranas, donde yo habito los fines de semana, fue paso obligado por los cortejos fúnebres de los importantes de la ciudad.
La cruz de la Antigua, donde cientos de personas quedamos los fines de semana, antes también quedaban ahi, pero para dar un último adiós, ya que es la auténtica cruz del cementerio de la vecina iglesia de la Antigua. Famosa era su tierra, ya que decían que descomponía cadáveres en 24 horas.
¿Cuantos autos de fe ha visto la plaza de San Pablo?
Ventura Pérez, podía haber pasado desapercibido para la historia. Vivió en esta ciudad en ese siglo, y no era noble ni clérigo. Pero dejó registrado todo en su diario. Más bien sería el Diario de la ciudad de Valladolid, ya que en él registraba lo que sucedía en ella. Gracias a él y a otras fuentes, la conclusión de mi trabajo, es clara. En en el siglo XVIII en Valladolid, lo que había era: religión, toros y muerte.
Y también incendios, la verdad. Pero yo me he fijado en las muertes, desde los autos de fe o autillos hasta asesinatos o accidentes, también muertes naturales de los notables, como obispos o reyes. Os voy a poner aquí un año cualquiera de ese siglo, 1726 por ejemplo y os pongo los titulares de las "noticias" que Ventura escribió: Muerte de un estudiante, Incendio, Realza de la moneda de oro, Traslación de huesos, Recogimiento de la moneda de playa y alza, Desesperada una mujer, Victor, Toros y hazaña, Muerte, Rosario general, Jubileo, Moneda, Desesperada, Soldados, Quintas, Ahorcado, Traslación, D.Pedro de los Ríos, Noticia del dean.
Como ejemplo os voy a poner el artículo completo de uno de esos titulares, es de la Desesperada:
Año de 1726, día 12 del mes de Noviembre, se ahorcó una mujer en el barrio de San Juan, porque se quería casar con un mozo y él no la quiso, y anteriormente estuvo sirviendo y se ofreció sangrarla y se dejó ir la sangría, y acudió el ama a tiempo que la pudo atajar y la despidio, y luego ejecutó este lance; el mismo demonio sola la pudo ahoracar del modo que fué, que se ahorco con una lia vieja atada a un emplenton ordinario; se habia tapado las narices, oidos y boca con estopa, y porque el cuarto era bajo y no se podía ahorcar, se arrodilló e hizo fuerza. Vino el verdugo a descolgarlar y la dejo arrebujada entre una manta, habiendo estad colgada todo el día: hubo grandes dificultades sobre darla tierra sagrada, que el señor obispo no quería, y al fin convinieron en que la iglesia es piadosa y la enterraron en la iglesia de San Juan; la dijeron los oficios en voz baja a semejanza de entredicho.
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